miércoles, 30 de junio de 2010

LAS SÁBANAS SUCIAS...


Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.

Qué sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero .. !

Quizás necesita un jabón nuevo... ¡Ojalá pudiera ayudarla a lavar las sábanas!

El marido miró y quedó callado.

Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento.

Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y dijo al marido: ¡Mira, ella aprendió a lavar la ropa! ¿Le enseñaría otra vecina?

El marido le respondió:

¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!


Antes de criticar, quizás sería conveniente verificar si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro.

Entonces podremos ver claramente la limpieza del corazón de los demás...

jueves, 24 de junio de 2010


Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes.

Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.

¡Pues vive como las flores!, advirtió el maestro.

Y, ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

Pon atención a esas flores, continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín.

Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas.

Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivos para molestarse

Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.

Esto es vivir como las flores.

lunes, 7 de junio de 2010


Somos el producto de lo que pensamos y sentimos. Por lo tanto, mucho de lo que nos sucede en nuestra vida cotidiana, está influenciado por nuestra propia fuerza interior. Por lo tanto:

Ten cuidado con tus pensamientos; que se volverán palabras.

Ten cuidado con tus palabras; que se volverán actos.

Ten cuidado con tus actos; que se volverán costumbres.

Ten cuidado con tus costumbres; que harán tu carácter.

Ten cuidado con tu carácter, que será tu destino, será tu vida...."